Las faltas reiteradas de su hija al colegio van a llevarlos ante el juez. La Fiscalía de la Audiencia Provincial solicita sendas multas de 1.350 euros para los padres de una niña de Peñarroya-Pueblonuevo que, al parecer, acumuló 150 faltas de asistencia durante el curso 2004-2005. Los acusados -A. S. A., de 41 años, y H. V. C., de 39- deberán responder de un supuesto delito de abandono de familia.
El fiscal relata en su escrito de acusación provisional que los encartados, a pesar de que tienen "pleno conocimiento de la obligatoriedad legal" de escolarizar a su hija, de 15 años, "han incumplido deliberadamente su deber de velar por su adecuada formación". Según el Ministerio Público, los padres han "consentido y favorecido" las "continuas ausencias" de la menor al centro escolar, lo que ha provocado una situación "de casi permanente absentismo".
Debido a la "desidia" observada en relación a la educación de la joven, la adolescente "no ha podido concluir la Educación Primaria" e incluso ha llegado a repetir sexto en el curso 2004-2005. Esta fue, además, la última temporada que estuvo escolarizada. La dirección del centro contabilizó 150 faltas de asistencia: 48 en el primer trimestre, 44 en el segundo y 58 en el tercero. Una vez concluido el curso escolar, los acusados optaron por "no formalizar la inscripción para el curso 2005-2006", lo que ocasionó "un patente perjuicio" a las "expectativas profesionales y formativas de su hija".
El fiscal jefe de la Audiencia Provincial, José Antonio Martín-Caro, ya anunció a principios del año pasado su intención de intensificar la lucha del Ministerio Público contra el absentismo escolar. Fruto de esta disposición será la vista oral que se celebrará contra A. S. A. y H. V. C. el próximo diciembre en el Penal número 3. La Fiscalía, de esta manera, logra por segunda vez sentar a unos padres en el banquillo por la falta injustificada y reiterada de un menor a clase.
El primer caso de absentismo escolar se juzgó hace un par de semanas y aún no se conoce la sentencia. En aquella ocasión, los padres argumentaron que ponían interés en que sus hijos fueran al colegio, aunque -según sostuvieron- los pequeños les engañaban. Durante el juicio, la mayor de las tres hermanas exculpó a sus padres y reconoció que, aunque la castigaban, ella no les hacía caso. Los hechos se produjeron en Bujalance, si bien la familia residía fuera durante la mayor parte del año.
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